BELLEZA TRANSFORMATIVA
La cerámica de plasma de alta tecnología, obtenida mediante un proceso de vanguardia, cobra vida en un horno donde se ve sometida a temperaturas increíblemente elevadas. Los gases activados a 20.000 °C elevan la temperatura de la cerámica blanca hasta 900 °C y la transforman en un material único con un brillo metálico de otro mundo, sin que intervenga metal alguno.